Luce de nuevo el Sol creando estampas de lo más veraniego en un día tranquilo que invita a filosofar, siempre es buen momento, así que con el permiso de vuestras mercedes, comencemos.
Continuando con nuestra pequeña gaceta de la vida elegante hoy me gustaría hablar de una de las bebidas más consumidas del mundo, elevada a la categoría de "néctar de los dioses" por algunos, conocida a lo largo y ancho del orbe, se prepara de mil formas, su degustación es un arte, no es otra que el café. Otro de tantos dones traídos del nuevo mundo, enseguida se hizo un hueco en las mesas de la alta sociedad y con el tiempo estaba en todas las casas. Desde el café de manga , puro y con unas gotas de anís o coñac que aún hoy se degusta en los pueblos a los ristrettos más refinados está siempre presente, con Whisky es irlandés, con agua americano, con leche cortado y con copa y puro el broche perfecto para una comida de negocios y si no que se lo digan a los altos ejecutivos de la vieja escuela. Aunque soy más castizo en este asunto y suelo preferir un chocolate, en fechas más veraniegas , como estas en las que estamos, sé apreciar un buen café como corresponde a un caballero, sobre todo si es el acompañamiento de una buena conversación. Como veis, el conocimiento es algo más que números y fechas, cosas como esta, también son útiles puesto que ayudan a salpimentar nuestras vidas de detalles interesantes y si algo es importante para vivir bien, es prestar atención a los pequeños detalles.
Bueno querido público, aquí acaba esta ponencia más propia de una institutriz de la Viena del siglo XVIII que de un humilde literato de nuestros días, espero que os haya resultado ameno y haya sido de vuestro agrado, siempre a vuestro servicio.
Atentamente
El Escriba
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