miércoles, 2 de agosto de 2017

Opinión 42 : La mente como un mar en calma, de momento



Luce el Sol, estoy en paz, un pesimista se preguntaría cuanto durará, siempre he sido más del Carpe Diem  y que me quiten lo bailao , la vida es demasiado corta para preocuparse, ya nos obligan bastantes veces a hacerlo, caballeros estamos de vuelta, comencemos.

Pasan exactamente diez minutos del comienzo de la hora del té, costumbre que no practico pero que más de una vez utilicé como elegante excusa para invitar a alguien  a un refrigerio. Ya sabéis, el viejo truco de " Serán las cinco en alguna parte ¿ Te apetece tomar algo querida?" Un cachorro vanagloriándose de grandes gestas, lo reconozco pero todo se andará. Lo que sí puedo atestiguar fuera de toda duda es que a parte de contribuir a crear una refinada imagen de uno mismo en ciertos círculos, funciona. En otro orden de cosas, a mi manera, algunos dirían que a mi retorcida y barroca manera, siempre he pensado que la elegancia y la educación son vitales en un hombre de bien. Entiéndase inmediatamente, que ser elegante no quiero decir ser un estirado. Detalles como un cumplido sin esperar nada a cambio o una cálida sonrisa, distinguen a un caballero. Antes de tener que perecer bajo el cuchillo de feministas y demás gentes de ese estilo aclararé que si yo le sujeto la puerta a una dama o la invito a entrar primero es únicamente porque yo me considero un gentleman y por tanto actúo en consecuencia, no hay nada malo en ser considerado. No penséis que los hombres educados son  cortos de mollera por hacer eso, son tan defensores de la igualdad como vosotros. Un caballero que se tenga por tal, jamás faltará al respeto a nadie pensando así. Una última cosa, cuando la gente habla de elegancia  inmediatamente piensa en trajes, pero  en realidad, en cuanto a elegancia, el carácter prioriza sobre el vestuario, primero sé persona, a continuación viste bien. Como último consejo, nunca se debe ser presuntuoso, como dijo Hemingway:

"No hay nada noble en ser superior a tus semejantes, la verdadera nobleza radica en superarte a ti mismo todos los días"


Hasta aquí la disertación de hoy señores, me reclaman otros menesteres, muy a mi pesar debo dejaros, me despido esperando que haya sido de vuestro agrado , hasta más ver.

Atentamente

El Escriba

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