sábado, 2 de septiembre de 2017

Opinión 60 : Café Quijano y el gratificante placer de la escritura



Llevo unos días atareado, la todopoderosa Universidad no me da tregua sin ni siquiera haber empezado, en cierto sentido es bueno, el trabajo distrae la mente y permite pensar. Lo imperdonable es que por unas cosas o por otras me he visto obligado a descuidar este pequeño rincón, me debo a mi publico y considero que fue una falta de consideración por mi parte, os ofrezco mis más sinceras disculpas. Ahora, con vuestra venia, sería un placer para mí si pudiésemos entrar en materia, lo estoy deseando.

Tan malo es para el hombre el defecto como el exceso, una gran dosis medicina puede actuar como veneno y al revés. Esta reflexión acudió a mí al meditar sobre  la resolución de un misterio, pensar mucho sobre un tema lo corrompe y dificulta innecesariamente, ante un problema uno debe hacer como la sombra, distanciarse, de tal forma que no se implique en él y la solución aparecerá. En otras ocasiones, si el negocio es más peliagudo, se debe hacer como con las ollas a presión, sentarse y esperar que el asunto "rompa" por algún sitio, una vez que el proceso se complete, todo será más claro y se podrá decidir mejor, actuar precipitadamente no tiene sentido, nada bueno se saca de un pan a medio cocer. Como ya dije más de una vez, la paciencia es un imperativo legal para el que quiera vivir bien, ahorra quebraderos de cabeza. Como todo, no dejo de reconocer que es más fácil de decir que de hacer, hasta a mi me pasa.


Bueno, hasta aquí el artículo de hoy, espero que haya sido de vuestro agrado como siempre. Este humilde servidor se despide

Atentamente

El Escriba

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