Opinión 26 : Viejos aceros, calor y nuevas ideas

Satisfactoriamente liberado de los asuntos concernientes a la dichosa EBAU, entro de sobra en la carrera que escogí, así que todos contentos. Me encontraba hace un rato en la cocina afilando el jamonero, ya se sabe, el veranito es tiempo de lo que por aquí llaman "dieta seca", jamón, queso y toda esa clase de perversiones varias que tanto nos alegran la vida.


Como decía, el viejo taramundino necesitaba un repasito y como no tenía nada que hacer , me puse manos a la obra. Para los que no lo habéis probado, no hay nada tan relajante como afilar un cuchillo, las pasadas por la piedra, casi con mimo, con dedicación, el mismo número por cada cara del filo, al acabar, unas pasadas por un paño de algodón al estilo de los viejos barberos para deshacerse de las rebarbas y como colofón, la prueba del papel, ya sabéis lo que dicen " si el cuchillo corta papel, cuidado con él".


Resulta que mientras el acero besaba la piedra a su rítmica manera, yo pensaba, se convierte en algo mecánico a la vigésima vez que lo haces, así que no fue difícil. Mi mente voló en todas direcciones, amigos, lugares visitados, viejos amores ( no son muchos, pero algo hay), libros leídos y pendientes...
De repente, sin saber cómo, estaba en paz, debe ser lo que los místicos chinos llamaban Shibumi
momentos de concentración en los que se vislumbra el Tao, o simplemente que este calor atonta ¿Quién sabe?. Querido público, así concluye el episodio de hoy, como siempre, espero que haya sido de vuestro agrado

Atentamente

El Escriba